Nos reportamos desde el corazón de una conversación necesaria que por fin empieza a abrirse: el duelo gestacional. En Colombia, cientos de familias atraviesan cada año la pérdida de un hijo durante el embarazo, muchas veces en silencio, sin rituales, sin nombre, sin espacio para llorar. Contra esa invisibilización se alza Hablemos de nuestros hijos no nacidos, el primer libro de María Teresa Doria, publicado en coedición con el sello Bronce de Editorial Planeta.
Más que un libro, esta es una ofrenda. Un testimonio íntimo nacido de la pérdida de Emma, la hija que la autora gestó hasta la semana 22, y cuya partida transformó su vida para siempre. En estas páginas, María Teresa no busca respuestas fáciles ni frases de consuelo: quiere abrir un espacio para nombrar lo innombrado y abrazar con palabras a quienes cargan duelos que la sociedad aún no valida.
Según el DANE, en 2024 la tasa de mortalidad perinatal en madres entre 20 y 34 años fue de 12,4 por cada 1.000 nacidos vivos. En mujeres de 35 años o más, la cifra sube a 16,9. Detrás de cada dato hay un proyecto de vida interrumpido. Una historia que no llegó a empezar, pero que duele como si hubiera terminado. María Teresa lo sabe, lo vivió, y decidió que el amor a su hija no se quedaría atrapado en el silencio.
Con una mezcla de espiritualidad, herramientas prácticas, reflexiones sobre el linaje y un lenguaje profundamente empático, el libro se convierte en una guía para madres, padres, familiares y profesionales de la salud. No como un manual, sino como una conversación entre personas que han sentido lo mismo: el vacío, la culpa, la rabia, la esperanza.
“Hablemos de nuestros hijos no nacidos” no es solo una invitación a sanar, sino a transformar. A reconocer que esos hijos también existen, también son parte de nuestra historia, también merecen ser honrados. Como lo dice la autora, “nuestros hijos no nacidos no son un secreto: son parte de nuestra memoria y de nuestro propósito”.
En un país donde la maternidad es profundamente simbólica, este libro llega para tender un puente entre el dolor y el amor. Para recordarnos que el duelo no siempre es visible, pero siempre necesita ser acompañado. Que la palabra —cuando se dice con verdad— puede sanar.
Disponible en librerías del país y en www.planetadelibros.com.co, esta obra es también un acto de justicia emocional. Porque sí, honrar a los hijos no nacidos también es celebrar la vida.





