Nos reportamos desde la Plaza de San Pedro este miércoles, cuando a las 21:00 horas locales apareció la primera señal desde la chimenea de la Capilla Sixtina.
Vimos claramente la fumata negra, confirmando que la primera votación del cónclave concluyó sin acuerdo: no hay todavía sucesor para el papa Francisco.
Fuimos testigos del momento solemne en que el Maestro de Ceremonias, Diego Ravelli, pronunció el tradicional “Extra Omnes”, dejando a los 133 cardenales menores de 80 años solos, a puertas cerradas, para iniciar el proceso de elección.
Desde ese momento, todos los presentes en la plaza—decenas de miles, según fuentes policiales—dirigimos la vista hacia la chimenea.
Había tensión, silencio interrumpido por murmullos y oraciones, y también muchas cámaras apuntando hacia el tejado donde incluso una gaviota, que se posó por largos minutos, pareció un espectador más de la escena.
La expectativa crecía a medida que pasaban las horas sin señales. Hasta que, pasadas las 9:00 de la noche, comenzó a salir el humo oscuro que confirmó lo que muchos sospechaban: no hubo una mayoría de dos tercios en esta primera ronda.
¿Cómo se llevará a cabo el cónclave?
Desde el Vaticano nos informaron que el cónclave continuará este jueves. Están previstas dos votaciones en la mañana y dos más por la tarde.
Según el protocolo, si no se alcanza un acuerdo en las primeras de cada turno, los asistentes al exterior solo verán dos nuevas fumatas: una al mediodía y otra en la tarde, cerca de las 19:00 horas.
Nos explicaron que si vemos una fumata antes de esos horarios será una señal inequívoca de que los cardenales alcanzaron los 89 votos necesarios para proclamar al nuevo Pontífice.
Antes de iniciar esta jornada, todos los cardenales participantes juraron guardar absoluto secreto sobre lo que ocurra durante las deliberaciones y votaciones.
Lo hicieron ante los Evangelios, en un acto que también presenciamos y que marcó el inicio formal de este proceso histórico.