Nos reportamos desde Bogotá, donde este puente festivo no solo habrá dulces y disfraces, sino también restricciones, bloqueos y más de una acelerada reacción. La Alcaldía anunció que desde el jueves 31 de octubre hasta el lunes 4 de noviembre habrá medidas especiales para motociclistas: no se podrá llevar parrillero y tampoco circular de noche por algunas de las principales vías de la ciudad. La razón: evitar accidentes fatales, como los que han ocurrido en años anteriores durante este mismo fin de semana.

La medida aplica para toda la ciudad e incluye la prohibición de acompañantes en moto las 24 horas del día y la restricción para circular entre las 8 de la noche y las 5 de la mañana en corredores como la Autopista Norte, la Carrera Séptima, la Avenida Boyacá, la Calle 26 y varias más. La sanción por incumplir es clara: multa de más de $600.000 y la inmovilización del vehículo. Solo se salvan quienes puedan demostrar que prestan servicios de salud, seguridad, discapacidad o domicilios, y aun así tendrán que tener los papeles en regla.

La reacción de los moteros no se hizo esperar. Denuncian estigmatización, falta de diálogo y una afectación directa a su economía. Algunos convocaron a bloqueos y protestas, mientras otros recordaron que no todos los motociclistas delinquen, que la mayoría trabaja y que los muertos en las vías no se previenen con restricciones masivas. La tensión está sobre la mesa y la polarización también: hay quienes aplauden la medida por considerarla preventiva y quienes la critican por considerarla populista.

Lo cierto es que este Halloween no solo será una prueba para la movilidad, sino para la relación entre la administración distrital y un gremio que se siente cada vez más perseguido. Y mientras tanto, muchos bogotanos se preguntan si este tipo de decisiones ayudan o solo avivan la confrontación.

¿Usted qué cree: estrategia de seguridad o castigo injusto? Porque al parecer, este puente, lo que menos va a circular… es la calma.