Nos reportamos desde Seúl — Imagínese que su pared se convierte en una megapantalla de cine, con imágenes más nítidas que las de una sala IMAX y sonido envolvente sin mover un dedo. Pues eso es, literalmente, lo que propone LG con su nuevo MAGNIT Active Micro LED, una pantalla de 136 pulgadas que llega para redefinir la experiencia de cine en casa con tanto lujo y precisión que hasta los palomiteros podrían sentirse desplazados.
Este titán tecnológico no es cualquier pantalla grande. Estamos hablando de resolución 4K, un contraste de 1.000.000:1 y tecnología Active Matrix, que permite controlar cada píxel de forma individual. El resultado: negros más profundos, colores más precisos y una imagen que parece saltar de la pared. Como si eso fuera poco, viene con procesador de inteligencia artificial de sexta generación, tecnología Dolby Vision, sonido envolvente de 100 vatios y una plataforma inteligente webOS para que no necesite ni conectarle el cable HDMI.
Para los amantes del diseño (y de presumir), el LG MAGNIT también ofrece arte digital para convertir la sala en una galería, compatibilidad con iOS y Android, y una certificación alemana que avala su calidad de color desde todos los ángulos. Todo esto con la promesa de no cansar la vista, no incendiar su sala y no interferir con los equipos del vecino, gracias a sus certificaciones internacionales.
Aunque esta pantalla apunta a un segmento de lujo, su llegada marca una tendencia clara: la tecnología de ultra alta gama ya no está reservada solo a los espacios corporativos. El hogar se está convirtiendo en el nuevo templo digital, y LG quiere liderar esa transformación.
