El Congreso inicia la discusión del PGN 2026 por 556,9 billones, con alertas por déficit de 26 billones y la sombra de que termine aprobado por decreto.
Nos reportamos desde el Congreso, donde arranca la batalla por los 556,9 billones del presupuesto. La discusión del Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2026 comienza con el peso de ser el más alto de la historia, al marcar un aumento del 6,5 % frente a los 523 billones aprobados en 2025.
Pero el inicio de esta discusión llega marcada por dos sombras: un déficit de 26 billones de pesos y la posibilidad de que, por segundo año consecutivo, el presupuesto termine saliendo por decreto presidencial si no hay acuerdo político.
El cronograma se vio afectado por el magnicidio del senador Miguel Uribe Turbay, que frenó la agenda legislativa entre el 12 y el 13 de agosto y retrasó el debate en las comisiones económicas conjuntas. Ahora, el Congreso tiene plazo hasta el 15 de septiembre para aprobar o rechazar el monto, con la opción de reducirlo si así lo deciden las cuatro comisiones económicas.
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Las voces que advierten sobre el déficit
El proyecto está atado a una reforma tributaria que el Gobierno planea radicar a finales de agosto, con la que espera recaudar al menos 26 billones. Pero a ese hueco se suman otros 12 billones sin fuente clara de financiación.
La representante Lina María Garrido (Cambio Radical) fue tajante: “El Gobierno tiene que sincerar el debate y ajustarlo a lo que tiene. No se sabe de dónde van a sacar esos recursos”.
En la misma línea, la congresista Katherine Miranda advirtió que buscarán reducir el monto del presupuesto para evitar un hueco fiscal que obligue a más impuestos, y rechazó de plano la idea de apoyar una reforma tributaria con recaudo tan amplio.
Riesgo de repetir la historia
El ambiente recuerda al del año pasado, cuando las comisiones económicas hundieron la iniciativa y el Gobierno terminó expidiendo el presupuesto vía decreto, por primera vez en la historia reciente. Varios congresistas creen que esa escena podría repetirse:
- “Lo que más le conviene al Gobierno es que, en últimas, no se apruebe y lo adopten por decreto, como hicieron el año pasado”, dijo Garrido.
- El senador Efraín Cepeda (Conservador) alertó: “No podemos dar el papayazo de dejar que ellos saquen el presupuesto otra vez”.
- Desde el Centro Democrático, el representante Christian Garcés pidió evitar lo que llamó un “segundo año consecutivo de dictadura fiscal” y acusó al Gobierno de traer presupuestos inflados y desfinanciados desde 2023.
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Una discusión política y electoral
El debate no es solo técnico. El expresidente del Senado advirtió que dejar el presupuesto en manos del Ejecutivo le permitiría al Gobierno definir a su acomodo el gasto de la Registraduría, en pleno año preelectoral, lo que podría impactar la organización de las elecciones de 2026.
Por eso, más allá de los números, el pulso presupuestal se ha convertido en un tablero político donde Gobierno y oposición miden fuerzas con la mirada puesta en la sostenibilidad fiscal y en la transparencia del proceso electoral.
Así se lo contamos en Reporte Colombia
El presupuesto 2026 se presenta como un reto monumental: 556,9 billones que dividen al Congreso entre quienes piden ajustarlo y quienes temen que, otra vez, se apruebe a golpe de decreto. Entre el déficit de 26 billones, la reforma tributaria pendiente y las tensiones políticas, lo que ocurra en las próximas semanas no solo definirá la inversión del próximo año, sino también la confianza en el manejo fiscal del país.
Y como siempre, aquí estaremos para contar si este pulso se resuelve en el Capitolio o en la Casa de Nariño.