El libro Hablemos de nuestros hijos no nacidos de María Teresa Doria rompe el silencio sobre el duelo gestacional y propone caminos de sanación.
Nos reportamos desde un territorio íntimo y muchas veces callado: el duelo por los hijos que no llegaron a nacer. En Colombia, cientos de familias enfrentan cada año la pérdida gestacional, una herida invisible que rara vez se nombra en público. Las cifras lo reflejan: en 2024 la mortalidad perinatal alcanzó 12,4 muertes por cada 1.000 nacidos vivos en madres entre 20 y 34 años, y 16,9 por cada 1.000 en mujeres de 35 o más .
Pero detrás de cada número hay un proyecto de vida interrumpido y un silencio social que poco acompaña. Frente a este vacío surge Hablemos de nuestros hijos no nacidos, el primer libro de María Teresa Doria, speaker internacional y líder en procesos de transformación, quien convirtió la pérdida de su hija Emma en un testimonio colectivo y transformador.
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El Reporte de hoy: romper el tabú del duelo gestacional
Con un lenguaje cercano, Doria recuerda que “nuestros hijos no nacidos no son un secreto: son parte de nuestra memoria y de nuestro propósito”. Su obra combina memoria personal, espiritualidad y herramientas prácticas para enfrentar un dolor que sigue siendo un tabú social.
El libro, publicado en coedición con Bronce de Grupo Planeta, propone validar las emociones, integrar a los hijos no nacidos en la historia familiar y acompañar a madres y padres con empatía y respeto. No ofrece respuestas fáciles, sino caminos de acompañamiento, autocuidado y gratitud que permiten resignificar la pérdida desde el amor.
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Un aporte para la conversación social
Más allá de lo íntimo, Hablemos de nuestros hijos no nacidos abre un espacio colectivo. En un país donde la maternidad y la familia son ejes profundos de identidad, la autora plantea la necesidad de reconocer que el duelo gestacional también merece voz y acompañamiento.
La obra recuerda que la literatura puede ser refugio y sanación: allí donde hay silencio, la palabra nombra; allí donde hay ausencia, la memoria se convierte en vida.
Así se lo contamos en Reporte Colombia:
Nombrar el dolor es también honrar la vida. Con este libro, el duelo por los hijos no nacidos deja de ser un secreto para convertirse en memoria compartida y esperanza de sanación.