Probamos el Logitech G923 y sí, sentimos cada curva como si fuera real

agosto 11, 2025

Volante de carreras G923

Probamos el Logitech G923, el volante que ofrece realismo con su sistema TrueForce. ¿Vale la pena para fans de los simuladores de carreras?

En el mundo del simracing, Logitech ha producido volantes que se han convertido en la puerta de entrada para miles de jugadores que dejaron los controles de la PlayStation, Xbox o el teclado para “ponerse serios” al volante. El nuevo G923 llega como el último eslabón de esa familia, con una apuesta que no arriesga demasiado en estética pero promete un salto en sensaciones gracias a su sistema de Force Feedback TrueForce.

La historia es curiosa: el diseño básico lleva más de 15 años sobreviviendo a modas y cambios de hardware. Si fuera un actor de Hollywood, sería ese que repite el mismo papel en cada película… pero el público lo sigue amando. Eso sí, con el G923, Logitech intenta darle una nueva capa de realismo que va más allá de simples vibraciones.

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Un diseño que juega sobre seguro

Visualmente, el G923 no busca reinventar la rueda… ni el volante. Mantiene la forma robusta, el cuero cosido y la sensación de producto sólido que ya conocíamos del G29 y G920. Los botones y levas siguen en posiciones familiares, y eso tiene un punto positivo: no hay curva de aprendizaje para quienes vienen de modelos anteriores.

En la base, un detalle: el logo de TrueForce recuerda que aquí hay tecnología nueva esperando a ser probada. Los pedales, metálicos con carcasa plástica, vuelven a destacar en esta gama por su fiabilidad y respuesta. Un freno con dureza progresiva le da un toque más realista, algo que se agradece cuando estás en plena frenada en Spa-Francorchamps y no quieres besar la barrera.

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Volante de carreras G923

TrueForce: el gran truco bajo la manga

La estrella de esta versión es TrueForce, un sistema que traduce los sonidos y vibraciones del juego en retroalimentación directa al volante. No solo sientes el cambio de superficie o el momento en que el coche pierde agarre: percibes también pequeños impactos, vibraciones de motor y hasta el traqueteo de un piano mal pisado.

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Probándolo en títulos compatibles como Assetto Corsa Competizione o Gran Turismo Sport, el resultado es convincente: el volante se siente más vivo, más conectado con lo que pasa en pantalla. No es magia negra, pero sí un paso adelante para quienes buscan que cada curva transmita algo más que un simple “giro”.

Claro, hay un pero: el TrueForce solo brilla en juegos que lo soportan oficialmente. En otros, las sensaciones vuelven al terreno conocido de los modelos anteriores, y ahí la diferencia es mínima.

A los controles: de la pista virtual a la realidad

Cinco horas de prueba bastaron para entender la propuesta: más suavidad en movimientos, correcciones más naturales en derrapes y una reducción de ruido que hace que el volante no suene como licuadora en modo turbo. Con iRacing, la precisión en cambios de superficie es clara, y en juegos más arcade, como GRID (2019), aporta un toque extra de inmersión que te mete de lleno en la acción.

Los pedales siguen siendo una de las joyas del paquete. La resistencia del freno está mejor calibrada y el sistema de doble embrague programable es un guiño útil para salidas más controladas. Aquí Logitech sigue marcando diferencia frente a otros kits de gama de entrada.

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El Volante de carreras G923 ofrece realismo.

Veredicto de Reporte Colombia

Si eres nuevo en el simracing y buscas un volante con buena relación calidad-precio, el Logitech G923 es probablemente el mejor punto de partida. TrueForce le da frescura, aunque su impacto real depende del juego. Si vienes de un G29 o G920, la mejora es más un refinamiento que una revolución.

En pocas palabras: el G923 es como esa nueva temporada de tu serie favorita. Reconoces a todos los personajes, la trama es familiar, pero hay un par de giros que mantienen el interés. Y si lo encuentras por debajo de los 300 euros (o su equivalente en pesos), ahí sí, sube al carro… o mejor, al cockpit.

Semáforo en verde… ¿o en rojo?

Lo que nos aceleró el puslo

  • Sistema TrueForce convincente en juegos compatibles.
  • Construcción robusta y volante revestido en cuero de calidad.
  • Pedales con freno progresivo y doble embrague programable.
  • Fácil instalación y personalización con Logitech G Hub.
  • Buena relación calidad-precio para gama de entrada.

Lo que nos bajó la emoción

  • TrueForce aún con soporte limitado en pocos títulos.
  • Diseño muy continuista respecto a modelos anteriores.
  • Para usuarios con volantes de gama alta, la mejora será marginal.